lunes, 14 de marzo de 2011

Rolando Castello Junior | entrevista


Un personaje entrañable. Luego puedo agregar otras características, como excelente músico, franqueza asesina, mente lúcida, pero lo que más nos impresionó de Rolando Castello Junior es que en sólo tres horas nos dejó la sensación de que estar en su presencia es estar cerca de un amigo. Aprovechando su venida por el recital homenajeando los 33 años de la salida de Aeroblus que se realizó en el Teatro de Flores el 28 de mayo (crónica en la 33 RPM MAGAZINE número 9 del mes de junio), y la clínica para los bateristas, nos encontramos con Rolando y hablamos, y hablamos, y hablamos…

33 RPM: ¿Cuál crees que fue la diferencia entre Brasil y Argentina con respecto al Rock a lo largo de la historia en común?
Rolando Castello Junior: Específicamente con respecto al rock, acá siempre hubo manager, representante, prensa, y un mercado mucho mas fuerte, si se quiere, de consumo de ese género. Si acá había 100 grupos allá había dos… pero no por poco amor a la música, sino específicamente al rock, allá hay mucha samba, mucha bossa, pero poco rock.

33 RPM: Acá las bandas tienen que tocar para tocar, romperse el de atrás para que los amigos, las familias y los conocidos vengan a los shows, allá como es?
RCJ. Exactamente igual. Es más, creo que excepto Estados Unidos, donde si tenés suerte te agarra una discográfica y te hace todo (suerte entre comillas) en el resto del mundo tenés que rompértelo para poder mostrar tu arte.

33 RPM: ¿Cómo decidiste volver a Brasil luego de haber participado aquí de la grabación de Aeroblus, un hito fundamental del rock en español?
RCJ. Yo en Brasil ya había tenido mi grupo de rock, y yo no quería venir. Tenía miedo. Salías y de repente te agarraban y desaparecías. Y los chicos (Medina y Pappo) me llamaban y yo les ponía excusas, que no podía, que no conseguía flete para la batería, que esta semana tengo visita al médico, y un montón de mentiras mas, porque tenía miedo de venir con todo lo que estaba pasando. Y se avivaron que eran excusas y Alejandro me dijo que no era tan así, que no pasaba nada…. Y me convencieron y vine, pero al tiempo era todo tan difícil como yo creía y me volví a Brasil. En el 79 volví a Argentina, para presentar un disco de mi grupo de allá, y en una de esas me agarraron, por averiguación de antecedentes. Varias veces nos agarraron. Salía rápido, porque me hacia el boludo, que no entendía, que era brasilero, pero Pappo se quedaba un rato largo adentro. Y con todo eso decidí que lo mejor era irme.

33 RPM: ¿Cuánto cambiaste de tus ideas de que con la música era suficiente para vivir a hoy, 40 años después?
RCJ. Nada. No cambié nada. Hoy toco por el simple y puro placer que me provoca tocar. Tengo 57 años y creo que sigo siendo tan boludo como cuando vivía de la música. ¿Qué voy a hacer, un concurso para entrar a ser un empleado público? Ni loco. Yo aprovecho que todavía sigo tocando, que tengo ganas, aunque no es fácil, ya no puedo tocar todos los días como cuando era joven, ahora me tomo un día en el medio para descansar un poco durante las cínicas, o los recitales.

33 RPM: ¿Sentís que tocas distinto hoy que hace años atrás?
RCJ. Si, antes era un animalito (risas) aunque tocar al lado de Pappo… Pappo te hacía tocar bien. Hay gente con la que tocas bien, y otros, como Pappo, con los que tocas genial, porque sacan de vos lo mejor, musicalmente hablando. Hoy me siento bien si toco al 80% de lo que tocaba antes.


33 RPM: ¿Cómo llegas a tocar con Pappo y con Ale Medina?
RCJ. Yo a Alejandro lo conocía, y siempre me decía que nos teníamos que juntar y cuando Pappo estuvo en Brasil, Ale me dijo que teníamos que tocar juntos, y yo al principio no le creí, y fuimos, y era verdad, nos pusimos a tocar y pegamos onda. Después ellos se volvieron y me invitaban, como les contaba antes, pero yo que no, que no podía, todo cagazo! Pero un día la producción puso la plata, yo me animé y me vine y el resto, ya lo sabemos todos.

33 RPM: Si no fuera rock, ¿tocarías otro género de música?
RCJ. No, me gusta el Jazz, y todo, pero yo toco rock, y blues también.

33 RPM: ¿Probaste con algún otro instrumento antes de la batería?
RCJ. A mi, por mi condición, me resulta muy difícil tocar la guitarra o el bajo, (para quien no lo sepa, Castello Jr. tiene una mano no completamente desarrollada.) así que la batería fue donde terminé. Me hubiera gustado tocar la viola y todo, pero bueh, nunca voy a saber que hubiera pasado si yo contaba con mis dos manos buenas, así que digamos que fue el destino que tocara la batería. Convengamos que una banda regular con buen batero anda mejor que una banda buena con batero regular, en ese caso no camina.

33 RPM: ¿Cómo fue el tema de la clínica de batería?
RCJ. Anduvo bien, metimos una linda cantidad de personas dispuestos a tocar. Creo que actualmente es la mejor manera de transmitir los conocimientos. Y de despertarle al otro el interés. Cuando alguien viene a una clínica, vos no lo vas a tener un año o dos ahí para enseñarle, lo que haces es despertarle el interés para que siga averiguando y experimentando. A mi me gusta hacer clínicas para pocas personas, no mas de 40, porque sino ya no podes, es un bardo. Por otro lado, una clínica con pocas personas, llevaría a pensar en que la asistencia se cobra cara, pero como yo voy y hago las clínicas con auspicio (Remo, Singer, Fender, Tama, etc), eso me permite hasta a veces dar clínicas gratuitas.

33 RPM: O sea, cumplir una función social desde el rock…
RCJ. Exactamente. Antes de venir hice 11 clínicas en Brasil este año. Y en varias de ellas, con el auspicio del gobierno de brasil, fui a lugares donde la gente común no va, donde los chicos no tienen posibilidades de nada, ni de pagar un recital ni de pagar una clínica, y de esa forma les dimos la posibilidad de participar y sentirse parte de un género que los acoge. Y el resultado fue tan bueno, que ahora en agosto estoy volviendo y todos los sábados vamos a trabajar desde ahí. Obviamente, por mis responsabilidades, no voy a poder estar ahí todos los sábados, pero mi idea es que a medida que se vayan enganchando, ir “dejándolos volar solos”, que vayan trayendo a sus amigos, y que empiecen a salir de la calle y de la delincuencia y la marginalidad. La idea es que no solo aprendan un instrumento, sino que el negocio de la música les abra posibilidades, tal vez construyendo cajones de percusión, tal vez manejando una banda, etc.

33 RPM: ¿Estudiaste batería o fue autoaprendizaje?
RCJ. Fui unas clases, pero no tenía tiempo, así que me largué, me pareció que la mejor clase era tocar, tocar y tocar.

33 RPM: ¿Quiénes fueron los bateristas que te metieron el amor por este instrumento?
RCJ. Ringo Starr, John Bonham, Mitch Mitchel.

33 RPM: ¿Ian Paice (Deep Purple)?
RCJ. Solo a partir del álbum In Rock, porque antes hacían muchos covers, pero a partir de ese disco, en el setenta, es que me empieza a gustar. Antes también tocaba bien, pero es a partir de ese disco que las canciones empiezan a ser poderosas con la batería.

33 RPM: ¿Cómo ves el mercado musical actual? ¿Cómo se adapta un músico a la actualidad?
RCJ. Yo tengo la teoría que cada integrante de las bandas debería ser un empleado del Estado, cobrar un sueldo pagado por el estado, ya que la cultura es parte de la política de un estado. Y para adaptarse, el secreto es que hay que tocar. Tocar mucho. Por que estamos en una democratización de la pobreza, en realidad, que nos ha nivelado hacia abajo en todo el mundo. Me parece terrible que tan pocos ganen tanto y tantos ganen tan poco. Y el mercado discográfico no es la excepción. Así que creo que lo que hace a un músico ser verdaderamente músico es tocar en todo momento y en todo lugar. En esto, como en todo lo demás, Rolando es autosuficiente. De paseo por Buenos Aires, (ciudad que ama según sus propias palabras) aprovechó para visitar amigos, comprar libros e historietas (NO Manga, verdaderas historietas: Solano López, Alberto Breccia, Oesterheld, etc.) y traernos un vinilo de regalo: Patrulla 85 de su banda Patrulla del Espacio.

33 RPM: ¿Qué tiene de distinto este disco Patrulla 85, con respecto a la discografía de Patrulla?
RCJ. Principalmente, que estaba Pappo! (risas) pero fuera de joda, Pappo se había ido para Brasil en busca de algo que sólo él sabía que era, y grabamos este disco con mucha velocidad y casi sin ensayo, salió perfecto. Yo estaba medio cansado de tocar tanto, hacía muchas cosas dentro de la banda, aparte de la producción, y vino Pappo y me inyectó energía. Y de paso a él también le sirvió el viaje para decidir hacia donde ir.

33 RPM: ¿Alguna anécdota con Pappo que recuerdes?
RCJ. Les cuento dos, que lo pintan de cuerpo entero: en una estuvimos saliendo mucho, varias noches sin dormir, y empezamos a caer cada uno a donde parábamos. Yo llegué primero y estaba totalmente cansado, me tiré así sobre una cama como estaba. Pappo fue el último en volver, y cansado y todo como estaba, cuando entró tuvo el detalle de taparme con una frazada para que no me muriera de frío. No lo invento eh? Lo vi hacerlo! Y después sí, se acostó él y debe haber dormido 28 hs seguidas! (risas) Y la otra anécdota cuando estábamos armando y preparando todo para tocar, Ale Medina y Pappo me hablaban maravillas de la Argentina, que tenían las mejores mujeres, los climas, la carne, y en un momento dado Pappo me mira y me dice que hablando de comida, yo tenía que probar los “soretes a la crema”, que me iban a encantar….(carcajadas)…yo no entendía nada, y le dije que sí, que quería probarlos, y Pappo más se reía! Era un tipo muy especial, muy divertido, un súper humano, muy desprendido con todo lo que fuera material, pero con una sensibilidad especial. La noticia de su fallecimiento me pegó muy muy mal. Pero estoy seguro que hizo todo lo que quiso, siempre.

33 RPM: ¿Lo mas extraño que te ha pasado ver desde el escenario en algún show?
RCJ. Una vez, estábamos tocando al palo, todo muy metidos en la canción, la gente bailando y saltando, y se sube un pibe al escenario y empieza a hacer como si estuviera tocando la guitarra, toda la mímica, los movimientos, pero sin guitarra! y me acuerdo que vi eso y no podía parar de reírme!

33 RPM: ¿Un solo disco para escuchar siempre?
RCJ. Who's Next, de Los Who!

33RPM Magazine #11
Agosto de 2010
www.33-rpm.com.ar

0 comentarios:

Publicar un comentario